Doradas gotas de sudor perlaban el rostro de Angélica. Los tórridos paisajes de la Campania italiana se desplegaban ante sus ojos, tras las ventanillas de aquel bamboleante pequeño tren. Atrás quedaba el mar, el indiscutible rey napolitano, mediterráneo él, tras haberle ofrecido los azules más intensos que recordar pudiera. Nápoles con sus sabores; Nápoles, con sus bahías y sus calas y su imponente vista del Vesubio siempre presidiéndola.
Pero ahora se imponía su obsesiva ilusión por revivir, aunque solo fuera en retazos, aquel pedazo de la historia italiana; aquel momento de la erupción del mayor y más famoso volcán italiano, cuando un 24 de agosto del año 79, en un intenso día de calor como el de ese día, el Vesubio sepultó bajo una nube de ceniza y lava una próspera ciudad romana, Pompeya. Castigo divino por los, dicen, altaneros excesos que su población cometió. «Palabrerías», pensó Angélica. «La fuerza de la Naturaleza, siempre por encima de cualquier ambición humana».
En la estación de Garibaldi, la principal estación ferroviaria napolitana, había dirigido sus pasos hacia la planta baja, donde una pequeña línea privada, la Circumvesubiana, la esperaba para dar ese viaje atemporal. Dentro, su imparable imaginación la hizo recordar a Sofía Loren alojando su maleta sobre su cabeza, en el soporte superior del compartimento. La madera, el olor añejo, los paisajes, el destino… todo confluía en su particular película, en los años 50 en que parecía haberse involucrado antes de viajar al pasado.
Sí, toda ésta es una historia imaginada, claro está, pero es que Nápoles (y Campania, en general) invita a inventar decenas de historias como ésta; a recordar las muchas películas italianas en las que la Loren o la Lollo o Mastroianni mostraban sus dotes interpretativas.
La curiosa línea Circumvesuviana no invita a menos, y es que se trata de una línea de índole privado que rodea al Vesubio hasta llevar a Pompeya.
Hay muchas (muchísimas agencias que ofrecen el tour a Pompeya en bus y de hecho, es el tour más solicitado en esta ciudad), pero, sin duda, hacerlo en esta pequeña línea de tren tiene su encanto particular.
Como en la historia imaginaria, este tren se toma en la misma estación Garibaldi de Nápoles. Y es ahí donde comienza el viaje de un ferrocarril con más de 100 años de historia a sus espaldas. Por si no lo sabéis fue el conocido viajero Thomas Cook quien inauguró la primera línea vesubiana en el año 1880 con la línea de Nápoles a Nola y Baiano, aunque la inauguración de la estación de tren Circumvesubiana fue en el 1906.
Concretamente son 6 las líneas Circumvesubianas:
- Nápoles-Pompeya-Sorrento
- Nápoles-Ottaviano-Sarno
- Nápoles-Scafati-Poggiomarino
- Nápoles-Nola-Baiano
- Nápoles-Pomigliano-Acerra
- Nápoles-San Jorge
Aunque todas pueden ofrecer un viaje encantador, sin duda, me quedo con la de Pompeya y Sorrento, no solo por la posibilidad de ver la histórica ciudad devastada por el volcán, sino por poder recorrer la costa amalfitana bajando hasta la bellísima Sorrento.
Tenéis, además del ticket normal, la posibilidad de comprar tickets múltiples que permiten bajarse en tres sitios en el mismo día, o incluso en cinco, por unos pocos euros más. Es importante mencionarlo porque hay una parada intermedia que bien merece la pena: Oplontis, cuya parada intermedia es la de «Torre Anunziata – Oplontis«. Lo que antaño probablemente era un suburbio urbano de Pompeya, hoy día es más bien un emplazamiento turístico en el que sobre todo se ofrece la visita a la villa de Popea, la esposa de Nerón, una fastuosa villa romana que data del siglo I a.C que está incluida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en lo que es el «Sitio de Pompeya, Herculano y Tore Annunziata«.
Un par de horas os será suficiente para la visita que está cerca de la estación.
La siguiente parada debe ser ya Pompeya, cuya estación, donde debéis bajaros es «Pompei Scavi» (y no Pompei, que es otra estación). Es la parada más cercana a las ruinas si es que queréis ir a ellas a pie. Por último, y ya para relajarse, os recomiendo seguir viaje hasta Sorrento para disfrutar de su incomparable costa.
Un consejo más: hay trenes más que suficientes, pues salen con una frecuencia de entre 15/20 minutos, de modo que podéis tomaros las visitas con tiempo y tranquilidad aunque siemrpe teniendo en cuenta que en plena época veraniega la afluencia de turistas es muy abundante.
– Más información sobre la línea Circumvesubiana Nápoles-Pompeya-Sorrento
- Salida: desde la estación de tren Garibaldi
- Duración del trayecto de Nápoles a las ruinas de Pompeya: 35 minutos
- Paradas intermedias recomendables: las de Herculano y Oplonti
- Precio indicativo del ticket de un día, que permite varias estaciones: unos 5 euros.
- Los billetes podéis adquirirlos en la misma estación
– Más información útil
Foto vía: no inapoli it