El tren cremallera al Gornergrat, en Suiza

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El Centro de Europa es una de las mejores zonas para recorrer en tren. Ya os lo comenté al hablar de los viajes en tren por Suiza. Los paisajes son realmente impresionantes; los Alpes majestuosos saludándonos por las ventanillas; las acusadas pendientes por las que suben algunos de los trenes cremallera más conocidos de Europa, entre los lamentos de la máquina que parece no poder escalar el siguiente metro; la nieve, los lagos, los prados…

Suena idílico, sí, pero es que es así. Y el tren cremallera al Gornergrat es uno de esos trenes con encanto capaz de ofrecernos todo eso, y más. Yo tuve la oportunidad de tomarlo y disfrutarlo en uno de mis viajes, y la verdad es que lo hice por casualidad, porque no lo conocía por aquel entonces, y simplemente, buscaba pasar un par de día en una estación de montaña de los Alpes, y en aquella ocasión, mi elección fue Zermatt, una encantadora ciudad (casi pueblo diría yo) típicamente alpino, adonde sólo se puede subir en tren, pues no permiten la circulación de vehículos, y donde sólo se respira aire puro, y el único ruido es el del caudaloso río que cruza el pueblo, serpenteando entre las casas, con un agua helada que baja en cascadas de las altísimas montañas que lo rodean.

Alojado en uno de aquellos pequeños hotelitos, frente a mi balconcito, cada día se despertaba el Matterhorn, una de las cumbres más conocidas de los Alpes, al que los italianos conocen como Cervino. Y a mi izquierda, al fondo, recortado contra aquellas montañas nevadas permanentemente, veía ascender trabajosamente un tren turístico que subía, incansablemente, cada media hora, a los turistas a la cima del Gornergrat, a 3089 metros de altitud.

Fue, dentro de las muchas maravillas que me encontré en mi viaje a Suiza, mi mejor recuerdo, sin duda alguna, y es que Zermatt y el Gornergrat, se quedará para mí como uno de esos lugares a los que merece la pena ir alguna vez en la vida.

El tren cremallera al Gornergrat sale del mismo Zermatt. Este centenario tren que se inauguró en el año 1898, me dejó impresionantes fotografías. Su caminar lento y pesado me permitía disfrutar de cada segundo por las ventanillas. El primer cuarto de hora resultó espectuacular, pues poco a poco iba dejando al pueblo, Zermatt, cada vez más pequeño, con sus casas salpicadas en el verde (o blanco si es en invierno) valle en que se levanta. De verdad que no podía dejar de lanzar fotos, no sólo a ese valle, al curso del río, o las casas que nos ibamos encontrando, sino a la línea de cumbres que cada vez parecíamos tener más cerca.

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De vez en cuando, una cascada salía a nuestro encuentro, y el pequeño tren cremallera sólo se detenía en alguna de las pocas estaciones intermedias que tiene antes de llegar a la cumbre.

Esa es la gran ventaja del ticket del tren cremallera: te permite bajarte y subirte en cada una de las estaciones sin pagar nada más. Y eso me permitió bajarme en una intermedia, Riffelberg, que me gustó, y dqar un saludable paseo senderista por un caminito que había podido divisar desde la ventanilla. Tuve media hora para andar, admirando las vistas, antes de volver a la encantadora estación y subirme al siguiente tren que me levó a la siguiente parada. De ese modo, y por el mismo precio, os podréis recorrer cada una de las zonas anexas a la estaciones intermedias, respirando siempre el aire purísimo de los Alpes.

Y al fin, Gornergrat. Nieve y más nieve. Y unos paisajes, impresionantes. UN observatorio astronómico que se veía un poco más allá, y un mirador espectacular. No se podía hacer mucho más, que andar un poco, pues a esas alturas no hay demasiados senderos, y si no estás en forma, respirar tan alto se hace difícil. Pero sólo el haber llegado allí, ya me llenó para todo el viaje.

El trayecto apenas dura media hora (sólo 33 minutos), pero no dejéis de hacerlo si váis allí.

INFORMACION SOBRE EL TREN CREMALLERA AL GORNERGRAT

  • Salida: desde Zermatt
  • Horarios: depende de la temporada, pero en verano el primero sale a las 7,00 h. y el último a las 19,24 h. con una frecuencia intermedia de unos 24 minutos. Tened en cuenta que la última vuelta desde Gornergrat a Zermatt, la hace a las 19,57 h.
  • Precios (trayecto completo, ida y vuelta, de Zermatt a Gornergrat)
    • Adultos: 68,50 euros (34 € sólo ida)
    • Entre 6 y 16 años: descuento del 50%
    • Menores de 6 años: gratis

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Categorias: Trenes con encanto



Comentarios (8)

  1. Javier Gomez dice:

    Hola Jesuu:

    Supongo que te referías a mí cuando hiciste la pregunta. Si quieres subir al Gornergrat en el tren cremallera te recomiendo que te quedes en la misma Zermatt. Vamos, es una recomendación que hago con los ojos cerrados, con la completa seguridad de que te encantará.

    Es un pueblecito alpino típico y los hoteles son magníficos; casas alpinas con unas vistas espectaculares.

    Un saludo

  2. veronica dice:

    hola que tal fines de octubre estoy yendo por ahí, y me gustaría saber si una vez arriba uno tiene un tiempo limitado para apreciar? el precio que citaste mas arriba es de ida y vuelta? muchas gracias .

  3. Javier Gomez dice:

    Hola, Verónica:

    El precio que pone el artículo es de ida y vuelta. No obstante, te he puesto entre paréntesis el de sólo ida. Una vez arriba puedes estar el tiempo que quieras pues puedes tomar el tren de vuelta que te venga bien.

    Saludos.