Fue en el año 1804 cuando por primera vez se inauguraba un ferrocarril público. Si bien los vagones eran tirados por caballos, la línea unía las localidades de Wands-Worth-Croydon y Carshalton. Aún no había aparecido el revolucionario sistema que Geroge Stephenson implantaría a partir del año 1829 con su locomotora Rocket, capaz de alcanzar los 47 kms/h. y alimentada a vapor.
El 27 de septiembre de 1825 es una fecha histórica en la historia del ferrocarril. Ese día se inauguró la línea Stockton-Darlington, en Inglaterra, primera ocasión en que el hierro hacía acto de presencia en las traviesas del recorrido, y en que comenzaron a utilizarse las locomociones a vapor gracias a la Locomotion de Stephenson.
España, por contra, iba más retrasada en su intento de modernizar el sistema de transportes del país. El primer intento se había hecho en Jerez, en Cádiz. Corría el año 1829 y un terrateniente de Puerto Real intentó establecer una línea que uniera Jerez y El Portal, sin embargo, por falta de financiación el proyecto acabó por olvidarse.
La primera línea española se instaló en Cuba, por aquel entonces perteneciente al imperio español. Fue el 19 de noviembre de 1837 la fecha en que se inauguró la primera línea ferroviaria española, entre La Habana y Güines. En la península, por su parte, la primera línea ferroviaria fue la que unió Barcelona con Mataró en el año 1848, mientras que tres años después llegaría el primer tren a Madrid, con la línea Madrid-Aranjuez, en 1851.
Poco después, el 10 de mayo de 1869, quedaría inaugurado el primer ferrocarril transcontinental por el presidente Grant, uniendo Omaha con el entonces estado independiente de California.
El año 1941 vio nacer a Renfe, la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles, mientras que en 1975 se eliminó para siempre de las vías españolas la tracción a vapor.
Por su parte, fechas más recientes nos muestran la aparición de las primeras líneas de Alta Velocidad Española (AVE), de la que la primera de todas fue, en el año 1992, la línea Madrid-Sevilla.