Tren Figueres Montpellier Estrasburgo: mi primer día de viaje
TGV Figueres – Montpellier
Atardece. Los últimos rayos de sol dibujan extrañas figuras en las pocas nubes que hoy me han acompañado desde que saliera de Barcelona en mi viaje a Estrasburgo. Tras la ventanilla del tren, recién dejada atrás la estación de la antigua Nimes, los árboles pasan rápido queriendo escapar de mi mirada ávida. Mis ojos, no obstante, empiezan a estar fatigados, irremediablemente atrapados por las manecillas del reloj y por la cada vez mayor oscuridad.
Me encuentro en el tren de alta velocidad, probablemente en el tramo más rápido de mi viaje, en la segunda parte del mismo, entre Montpellier y Estrasburgo. La velocidad se siente en el cuerpo, que parece embullirse contra el asiento. Apenas es posible fijar la vista y he dejado de grabar en vídeo como hasta ahora he venido haciendo.
Pero quizás, mejor comenzar por el principio…
El hecho de que el enlace internacional que sale de la estación de Barcelona Sants lo haga a las 12:22 minutos me permitió dar un paseo por la Ciudad Condal y conocer a fondo la casa Batlló en el céntrico Passeig de Gracia. Apenas había tiempo para mucho más, pues era mi intención disfrutar desde el primer momento del viaje y para ello quería huir de prisas y ajetreos innecesarios.
Poco antes de las 12 del mediodía, estaba ya preparado en Sants, después de haber pasado los clásicos controles de los trenes AVE; es decir, control de maletas y sala de espera. En Sants, el enlace internacional, gestionado por Renfe Adif, se encuentra en las vías 11-12 y nos sirve de conexión directa con la estación de Figueres Vilafant.
En este caso, el billete debéis sacarlo en la misma estación pues, al menos temporalmente, no se puede obtener on line. Estos trenes, rápidos y cómodos, están especialmente pensados para los clientes de TGV-europe y sus horarios se adaptan a los horarios de salida de los diferentes TGV de Figueres en dirección a Francia. Podéis tener la tranquilidad de que, aunque lleguen a la estación gerundense sólo 15 minutos antes, TGV-europe espera a la llegada de este tren.
En mi caso, mi conexión salió de Barcelona Sants a las 12,22 para llegar a Vilafant a las 14,03, sólo 17 minutos antes del tren que sale hacia Montpellier. El precio ronda los 23 euros el trayecto.
La estación de Figueres Vilafant, que se utiliza para diferentes conexiones AVE pero, sobre todo, para las salidas de TGV-europe hacia la frontera de Perpignán, es bastante pequeña. De hecho, el trasbordo del tren de enlace al TGV-europe ni siquiera os requerirá de entrar a la terminal, pues es un simple cambio de vía a la paralela donde ya os estará esperando el tren francés.
La salida de Vilafant fue puntual: a las 14,20 h. Comencé a notar no sólo el primer vaivén, sino también los primeros cosquilleos en el estómago del viaje recién iniciado.
Sin embargo, tuve tiempo suficiente para pasear por el tren, para degustarlo y fijarme en los detalles del mismo. En mi caso me decidí por primera clase no sólo por el hecho de poder viajar en asientos individuales, sino porque el precio no me pareció en absoluto caro: de hecho el precio del billete en primera clase, Figueres-Montpellier, en ventanilla y plaza aislada, fue de 37 euros. El vagón es muy amplio, de dos plantas, con anchura más que suficiente entre los pasajeros, y cuenta con dos filas, pareadas en una de ella, y aislada (individual) en la otra. Hay además algunas plazas enfrentadas, especialmente pensada para familias o grupos de cuatro, que cuentan con una mesa en medio. Las plazas cuentan también con su propio enchufe (de 220 v.), reposapiés y reposacabezas, de modo que el viaje resulta realmente cómodo.
Apenas media hora después habíamos pasado ya los Pirineos y adentrado en territorio francés. De hecho, la primera parada fue ya en Perpignán, a las 14,45 h., apenas veinticinco minutos después de la salida.
En la estación de Perpignán
En un día así no podían haberse conjurado mejores condiciones: el tiempo, mientras ha sido de día, me ha acompañado totalmente: el Sol pareció bendecirme el viaje regalándome una tarde brillante, de cielos despejados y un calorcito acogedor. El perfecto tiempo para el trayecto que se avecinaba.
Sí, porque una vez que se sale de Perpignán el curso del viaje gira aún más hacia la costa. Las vías parecen adentrarse en una lengua de tierra y a ambos lados del tren, por ambas ventanillas, las marismas acompañan con su azul tibio al eléctrico azul celeste del cielo. No tardé en avistar mi mar Mediterráneo, y malagueño como soy, nacido junto al más cálido de los mares, no pude sino sentir su abrazo acogedor, como si algo familiar me envolviera. Por un momento conseguí olvidarme de que estaba lejos de casa, y simplemente me relajé con la mirada perdida a través de mi ventanilla.
Port la Nouvelle, en la que no para, es la, parece que pequeña, ciudad a orillas del mar que puede presumir de ofrecer esas maravillas naturales.
Me dicen que viajar en avión es más rápido. Que es más cómodo, que se aprovechan mejor los tiempos en los destinos. Podría yo aducir muchas cosas en contra de todas esas teorías, pero hoy, especialmente hoy, a todos los que así piensan les hablaría de las muchas sensaciones que se pierden: de la nostalgia de decenas de recuerdos que afloran, de la calidez del ambiente, de las historias que la imaginación puede escribir a la vista de los paisajes, del suave vaivén que parece mecernos y arrullarnos…
Nuestra siguiente parada, a las 15,24 h., me llevó a la Edad Media. El simple nombre de Narbona ya rememora batallas medievales, pero si os digo que esta ciudad es el enlace principal que nos lleva a Carcassonne, Toulouse o Béziers, los que más os guste la Historia, inmediatamente pensaréis en la persecución de los cátaros.
Béziers, por la que este tren pasa sin detenerse, vivió uno de los más sangrientos episodios de aquella persecución, cuando asediados por las tropas cristianas, después de varios meses de hambre y enfermedades, hubieron de rendirse. Tras la rendición, y como escarmiento por haber alojado a algunos cátaros, considerados injustamente herejes, su población fue totalmente aniquilada y la ciudad arrasada.
Este parece ser otro de esos rincones de Francia que merece la pena conocerse. Una pena no ir con más tiempo para detenerse en cada parada. Esta localidad está rodeada de mar y cuenta con uno de esos típicos canales navegables de los que los franceses presumen turísticamente.
Finalmente, apenas 17 minutos después, a las 16,17 h. hacemos la entrada en la añeja estación de Montpellier, donde hay que hacer trasbordo para tomar el tren en el que ahora estoy, el que me lleva a Estrasburgo y que salió de Montpellier a las 17,02 h.
Espacio Calme en el TGV a Estrasburgo
¡Qué pena que ya se haya hecho de noche cerrada! Ya no puedo disfrutar de los paisajes ni de sus mágicas luces, pero el tren tiene algo que otros medios no permiten: la comodidad de darnos el ambiente necesario para disfrutar de un buen libro o como en mi caso, de la escritura.
En este segundo trayecto volví a escoger la primera clase y por probar, me acogí, por sólo un euro más, a la posibilidad de “espacio Calme”, que según venden en la web, ofrece un mayor espacio y más silencioso. Sinceramente, no he visto diferencia alguna con el tren anterior, pues también el otro me pareció igualmente silencioso y tranquilo.
En esta segunda parte del trayecto me esperan por delante más de 5 horas de viaje: concretamente 5 horas y 47 minutos, pues la llegada a Estrasburgo está prevista para las 22,49 h.
Ya he dejado atrás Nimes e incluso Valence, y muy cerca, anda ya Lyon, nuestra siguiente parada.
Sólo me queda, antes de echar un pequeño sueñecito (hay que aprovechar que los asientos son reclinables), dejaros la información práctica y algún que otro consejo:
INFORMACIÓN PRACTICA
– TREN BARCELONA SANTS-FIGUERES VILAFANT
o Precio: unos 23 euros por trayecto
o No hay clases
o Salida: a las 12,22 h.
o Llegada: a las 14,03 h.
o Salida de Sants por las vías 11-12
o No hay servicio a bordo, pero sí máquinas donde comprar refrescos y snacks
– TGV FIGUERES VILAFANT-MONTPELLIER
o Precio en primera clase, planta superior, asiento individual: 37,10 €
o Hay primera y segunda clase
o Salida: a las 14,20 h.
o Llegada: a las 16,17 h.
o No hay servicio incluido en el precio
o Hay vagón cafetería donde tomar algo
– TGV MONTPELLIER-ESTRASBURGO
o Precio en 1ª clase, espacio Calme, planta superior: 66 €
o Hay primera y segunda clase
o Salida: a las 17,02 h.
o Llegada: a las 22,49 h.
o No hay servicio incluido en el precio
o Hay vagón cafetería donde tomar algo
– ITINERARIO
o FIGUERES VILAFANT: 14,20 h.
o Perpignán: 14,45 h.
o Narbona: 15,24 h.
o MONTPELLIER: 16,17 h.
o Nimes: 17,29 h.
o Valence: 18,11 h.
o Lyon: 18,55 h.
o Macon-Ville: 19,44 h.
o Besançon: 21,03 h.
o Belfort-Montbéliard: 21,28 h.,
o Mulhouse: 21,52 h.
o Colmar: 22,19 h.
o ESTRASBURGO: 22,49 h.
RECOMENDACIONES Y CONSEJOS
– La web de TGV Europe.com es muy cómoda e intuitiva. No tendréis ningún problema para obtener los billetes ahí, y además los recibiréis directamente a vuestro e-mail, sin más trámite. Tiene la enorme ventaja este sistema de que además de escoger el horario que mejor os convenga de entre las diferentes posibilidades, elegir el asiento e incluso la posición que llevaréis, de espalda o de frente a la marcha del tren. Además, guarda los datos como si de un carrito de supermercado se tratase, con lo que podéis hacer diferentes consultas que se guardan en vuestra cesta, para finalmente, escoger la que mejor se adapte a vosotros.
– No hay TV ni hilo musical a bordo
– Llevaos algún bocadillo antes de salir de Barcelona. Los precios no incluyen comida, y aunque podéis comer algo en el vagón cafetería, los precios son algo más caro que en la estación, aunque no prohibitivos. Un sándwich ronda los 4 euros y un bocadillo mediano unos 5 euros, mientras que una ensalada sale por unos 8 euros.
– No hay tanta diferencia en comodidad entre primera y segunda. Os recomiendo la primera si vais solos porque así podréis escoger el asiento individual, pero si vais en pareja, os recomiendo segunda. Si vais en grupo o familia, entonces primera porque así tendréis vuestra propia mesa familiar.
Me espera Estrasburgo y mi cama en el All Seasons Hotel, al lado mismo de la estación. Me espera la ciudad parlamentaria, la de la Unión Europea, la de la Petite France, la del primer centro histórico catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco…
¿Dispuestos a seguirme mañana? Si es así, os contaré su histórico pasado, a caballo entre el dominio de Alemania y el de Francia, sempiternos contendientes por el gobierno de una región, Alsacia, de la que Estrasburgo es capital.
Ah, mon petit Strasbourg…

Categorias: Viajes en tren
Muchas gracias por plasmar tan bien tu experiencia, de forma practica e incluso poética a la vez. Creo que muchos tendremos ganas de realizar este viaje algún día. Suerte en lo que queda y por favor sigue contandonoslo. Un saludo.
Estoy documentandome para viajar de Nimes a Milan. Tu aport ha sido muy valioso. Ojala encuentre a otro amable cicerone entre Lyon y Milan. Gracias, desde venezuela.
Muchas Gracias por contar tu experiencia! Tu aporte me será de mucha ayuda!