La estación de tren de París-Montparnasse
La estación de tren de París Montparnasse fue la última de las estaciones que pude ver in situ en mi reciente viaje a Mont Saint Michel. Desde allí y ya camino a casa hube de pasar por la capital francesa dado que Montparnasse es la estación parisina que recibe todo el tráfico ferroviario del medio-oeste francés.
París-Montparnasse está conectada, entre las más importantes ciudades y destinos, con Versalles, Nantes, Le Mans, Saint Maló, Rennes, La Rochelle, Toulouse, Poitiers o Burdeos, convirtiéndose así en un importante nudo ferroviario para el turismo en París y, en general, para todo el turismo por territorio francés.
Es éste es uno de los barrios de más estilo en París. Moderno y ambicioso, su línea está marcada por las altas edificaciones, rascacielos muchos de ellos especialmente diseñados para oficinas y donde destaca, sobre todo, la conocida Torre Montparnasse, a escasos metros de la propia estación. Esta torre, siempre llena de turistas, ofrece unas inmejorables vistas de la ciudad desde su planta superior donde además bien se puede tomar un tentempié para hacer tiempo. Además, a unos 20 minutos andando, por el Boulevard Pasteur, llegaremos hasta la Avenida de Breteuil que desemboca en Les Invalides. También en esa dirección, a unos 25 minutos/30 minutos a pie de la estación ( a paso ligero), se encuentra la Torre Eiffel y los Campos de Marte.
Me sorprendió el enorme edificio de la estación. Moderno y reformado no podía esperarse menos de una estación creada en semejante barrio. De hecho, las reformas que comenzaron a hacérsele allá por los años 60 se enmarcaban dentro de un proyecto inmobiliario completo de remodelación de todo el barrio de Montparnasse en el que se incluía la propia Torre antes mencionada. Aquel conjunto arquitectónico proyectado por Baudoin, Cassan de Marien, López y Saubot le dio aires nuevos a la estación, que además recibió el impacto beneficioso de la puesta en servicio de toda la línea de alta velocidad que conecta a París con las ciudades del Atlántico francés, la LGV Atlantique. Fue en el año 1990 y al fin, la Gare de Montparnasse recibió el espaldarazo que necesitaba y que la llevó de ser considerada como un edificio histórico (aquí se firmó en 1944 la rendición de Von Choltitz, con lo que se liberaba al fin a París del yugo nazi durante la Segunda Gueera Mundial) a un reflejo de la modernidad de un país en continuo ascenso.
Hoy día la estación actual es la fusión de tres edificios:
– La estación principal, a la que se accede desde la puerta Océane, justo frente a la Torre Montparnasse.
– La estación Pasteur (Montparnasse 2), situada al sur de los andenes principales.
– La estación Vaugirard (Montparnasse 3) al sur del Boulevard Pasteur.
En total cuenta con 28 vías, y además cubre el trayecto que nos une con Paris vía Hendaya e Irún.
Aparte de metro, esta estación intermodal cuenta con paradas de buses y por supuesto, de taxi, de modo que no os costará encontrar transporte que os lleve al centro de la ciudad.

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