Vagón Rural, alojamiento rural en vagones de tren

Vagon rural

Dicen que en los tiempos de crisis es cuando la imaginación se despierta y surgen las más curiosas y novedosas ideas de negocios. Es en fechas difíciles cuando podemos encontrar las ideas más exclusivas y oportunidades que quizás algún día se pasaron por nuestra mente y no creímos poder realizar.

Reconozco que una idea que siempre tuve en mente fue la de alojarme en antiguos trenes. No estoy hablando de pasar la noche en un tren turístico en ruta hacia quién sabe dónde. Estoy hablando de un alojamiento fijo, de un tren acondicionado a modo de hotel donde en cierto modo evoques tiempos pasados: hoy día hay restaurantes que ya funcionan así, donde comes en un vagón de tren antiguo, e incluso he podido encontrar la peculiar manera de dormir en una antigua estación de tren.

En esta ocasión es de dormir en un vagón de tren de lo que quiero hablaros. Se trata de pasar la noche en vagones que han sido rehabilitados y que ahora sirven a modo de apartamentos en un hábitat rural. De ahí el nombre de la empresa que los gestiona, «Vagón rural«.

Está en Murcia, y son apartamentos que se han habilitados dentro de vagones de tren de carga (de mercancías, vamos), del tipo ORE-1 y que datan de los años 50.

Estos vagones se han situado en una parcela de la huerta murciana, entre limoneros y naranjos y junto al Monasterio de los Jerónimos y de la Universidad Católica de San Antonio. Si os preguntáis por la distancia, está a unos 10 minutos en coche del centro de la capital murciana, y por tanto, perfectamente localizados para hacer rutas por la Comunidad Valenciana.

Vagon rural 1

Quizás la primera idea sea la de pensar en la estrechez de una cabina de tren, pero es que en este caso es todo el vagón completo lo que se adapta a tus necesidades. De ese modo, cada vagón de mercancías cuenta con una cocina completa, con baño en la habitación, con sala de estar, calefacción, aire acondicionado, menaje y televisión y hasta una terraza que da a un jardín con barbacoa donde, además, te ponen la leña gratis. ¡Ideal para ir en familia!

Quizás no sea tan cómodo como un buen hotel, pero no me digáis que no resulta una experiencia cuando menos, curiosa…

La tarifa diaria es de 49 € de lunes a viernes para dos personas, y una cama supletoria cuesta 12 €. El fin de semana, de viernes a domingo cuesta 119 €.

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